domingo, 7 de agosto de 2011

Rescatando el patrimonio universitario


Dentro de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (Unerg), una universidad considerada punta de lanza de la revolución social dentro del estado Guarico, convivimos día a día un conglomerado de estudiantes llenos de vigor y virtud.
Al ser impulsores de este movimiento tan radical, que se propone recuperar nuestras raíces culturales, retenidas  y tergiversadas durante décadas de abstención de los ideales de estos estudiantes bases de la sociedad –y no hablo como estudiante unergista, hablo como un estudiante de esta Republica Bolivariana de Venezuela, oprimida durante años– ahora podemos marchar  por las calles, libres de cuestionar y opinar, y nos sentimos orgullosos de ser miembros de una de las universidades con una de las matriculas más grandes.
Como dijo nuestro ilustre Simón Rodríguez: “Enseñen y tendrán quién sepa, eduquen y tendrán quién haga”. Porque la inclusión es la base de la enseñanza hoy en día. Educación sin racismo o clasismo, porque necesitamos gente que haga por nuestro país y una educación que nos merecemos constitucionalmente.
Nuestras universidades, que estuvieron a merced de las industrias  y del imperialismo durante años, a pesar de ser del pueblo, ahora verdaderamente fueron liberadas de las garras de tiranos con dólares en los ojos y de inculcarnos una cultura que no nos pertenecía, denigrando de nuestros aborígenes, base de nuestra existencia.
Debemos aprender que no hay un futuro si no sabemos de dónde venimos. Y ahora, siendo estudiantes, impulsando la academia y el dogma, nos sentimos orgullosos de esta revolución. Somos consecuentes al alzar nuestra humanidad cada vez que se comete una injusticia, porque como siempre se ha dicho dentro de la Unerg… “Prefiero morir de pie que vivir arrodillado”